Vecinas de Santa Cruz se encargan de traer y repartir macetas para decorar las fachadas de las casas

Una vecina riega una de las muchas macetas que decoran su fachada en la calle Mezquita, en el corazón florido del barrio de Santa Cruz. / M.G.

Petunias y begonias lucen en este balcón de la calle Judería.

Un turista, en el patio del Callejón del Agua.

La casa de Gracia en plaza de los Refinadores.
Lo tienen todo controlado. Tanto que saben hasta el tipo de flor que debe ir en cada calle, dependiendo de si da el sol o no. No son biólogas ni han hecho un taller de jardinería, pero lo cierto es que este grupo de vecinas de Santa Cruz conoce a la perfección la floración del barrio, monumental y con buena mesa, por supuesto; pero cuyo caserío también es admirado por los foráneos que lo visitan a diario. «Queremos que se lleven la mejor imagen. Que se pierdan por nuestras calles y que disfruten con las fachadas y las flores que les ponemos». Es la filosofía que centra el cuaderno de campo de estas embajadoras de la primavera en la antigua judería que cada año se encargan de que no falten geranios, gitanillas o begonias en los balcones y ventanas.
Ángeles vive en el número uno de la calle Judería. Su casa es una de las más fotografiadas junto al colorido patio «de don Hernando», en el Callejón del Agua. Desde lo alto de la azotea, asoma Ángeles entre la frondosidad de las plantas. Apenas puede articular palabra por una afonía de la reciente Feria de Abril, por lo que echa mano de gestos para presentar su particular vergel. Una vez dentro, y entre flores y enredaderas, Ángeles anota en el whatshapp del móvil el siguiente mensaje: «Estamos encantados y eso que con la caprichosa primavera y el calor... es una lucha constante para que todo esté perfecto». Abajo, desde la calle, resuenan las felicitaciones de quienes no dejan de disparar a la Canon:_«Es un privilegio vivir aquí», dice una pareja de madrileños. Tanto. Si no, que se lo digan a Gracia, otra de las vecinas implicadas en esta operación macetas de Santa Cruz. Ella relata el procedimiento que siguen cuando llega el mes de marzo: «Primero hacemos un listado con las calles que necesitan plantas y qué tipo requieren. Hablamos con los propietarios y vamos a un vivero de la carretera de Utrera. Este año ya hemos ido dos veces y nos hemos traído más de cien plantas».
Gracia conoce con los ojos cerrados cada rincón:_«En la calle Mezquita hay un unos apartamentos turísticos que están cuajados de begonias dragón de color rosa, que son de sombras. Son preciosas. En la calle Cruces, por ejemplo, se ha repoblado de begonias...», sigue dando cuenta desde s u balcón de la plaza de los Refinadores, coloreado en rojo por los geranios, al tiempo que avisa que «en breve» habrá nueva remesa. «Dan vida y además hacen barrio», concluye Gracia.
El Correo de Andalucia
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